Nota por: Mariel Ramírez
Texto por: Mariel Ramírez
Hemos aprendido a ser más conscientes de la importancia de nuestro entorno, del auto cuidado y de tomar una pausa para retomar lo esencial.
A lo largo de los últimos dos años, hemos experimentado un cúmulo de cambios, de pronto nuestro entorno y la forma en que nos relacionamos cambió de una manera abrupta, y lo más importante, de forma inesperada. Hemos aprendido una nueva forma de convivir y desarrollarnos, tal vez a pasos acelerados, pero con mucha resiliencia y optimismo.
A partir de todo esto se ha experimentado una transformación continua, entramos en un nuevo proceso de adaptación, una nueva sinergia colectiva que nos ha llevado a estar más conscientes de nuestros espacios, nuestros entornos, nuestras áreas de trabajo, nuestra manera de recreación y de la manera en que ahora nos relacionamos.
Todos estos momentos han inspirado al diseño, la arquitectura e interiores, teniendo como punto focal el crear atmósferas que transmitan una sensación de seguridad emocional, que sean más amables y acogedores. De pronto la mirada cambia de lo ostentoso, a algo más sincero y sencillo, enfocándonos en la funcionalidad. Los colores neutros y los materiales naturales como la madera, toman protagonismo.
La expresión estética de esta corriente, hace uso de maderas curvadas, contra chapados, materiales suaves y una paleta de colores neutros que pretenden hacer una experiencia mucho más háptica, aspirando a espacios de sanación.