Texto por: De los autores
Fotografías: Root Films
México tiene una amplia gama de juguetes populares que constituyen una expresión artística cabal, pues más que un simple elemento que conforma el extenso catálogo de artesanías, se trata de un arte popular que lucha por seguir subsistiendo. En los juguetes mexicanos se encuentran detalles de gran imaginación y gusto, una tradición popular llena de formas y colores, con materiales sencillos, desde madera, hojalata y cartón, hasta vidrio y arcilla.
San Antonio la Isla se caracteriza por sus artesanías elaboradas con madera, una tradición que se ha heredado de generación en generación, donde aún se conserva y se difunde el uso de los juguetes tradicionales. Víctor López López, maestro nacido en San Antonio la Isla, lleva 40 años creando juguetes y comentó que sus primeros trabajos los empezó a los 10 años, con la finalidad de ayudar a su padre.
Gracias a la habilidad del maestro, la elaboración de cada pieza se ha convertido en una obra de arte, pues dedica tiempo valioso para cada una de ellas, haciendo de un trozo de madera un sinfín de figuras, que representan la cultura popular mexiquense, preservando así la creación de trompos, yoyos y pirinolas.
Victor explica que para preparar madera y cortarla se requieren sólo cinco minutos. Perforar y ensamblar las piezas (como las de una pirinola) lleva otros tres minutos. Pasarlas por el torno eléctrico y de violín se tarda 30 segundos por pieza. Aplicar laca blanca y los colores azul, amarillo, rojo, anaranjado y verde, requiere un promedio de tiempo también de minutos para finalmente dejar secar durante unos 10 minutos cada pieza que sale de los tornos.
Su trabajo y dedicación ha logrado que sea reconocido en concursos estatales y nacionales, además de participar en los eventos que realiza el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM). Para el programa de Visión y Tradición de Design Week Mexico, el tradicional taller de sueños y juguetes fantásticos de la Familia López, en San Antonio la Isla, encontró la creatividad contemporánea del diseñador brasileño Rodrigo Ambrosio.
De este encuentro, los juguetes adquieren nuevos contornos, movimientos, que giran y renacen como nuevos objetos de mesa. Las espigas, las pirámides, los trompos, lo que toca el cielo y lo que toca la tierra, conectan y equilibran. Vivimos en una gran pirinola rodeada de saberes y crear juntos es la materialización de la amistad a través de mesitas de aperitivos creadas en madera pino y tornería.