Nota por: Carla Sofía Elizundia
Imágenes: Cortesía de La Biennale di Venezia
A finales del año pasado el consejo de La Biennale di Venezia nombró a Lesley Lokko como Directora del Departamento de Arquitectura y con ello, curadora de la décimo octava edición de la famosa exhibición internacional de arquitectura que se llevará a cabo del 20 de mayo al 26 de noviembre 2023.
Lokko (Ghana/Escocia) es académica de arquitectura, educadora y escritora. Fundadora y directora del African Futures Institute que fundó en 2020 en su país de origen, Ghana, como una escuela de posgrado de arquitectura y plataforma de eventos públicos. En 2015 fundó la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Johannesburgo. Ha recibido varios premios por sus contribuciones a la educación de la Arquitectura. Es fundadora y editora en jefe de FOLIO: Journal of Contemporary African Architecture. Actualmente es miembro fundador del Consejo de Iniciativas Urbanas, co fundado por LSE Cities, UN Habitat y UCL Institute for Innovation and Public Purpose; editora invitada de UCL Press Series y profesora invitada en la Escuela de Arquitectura Bartlett, UCL, Londres.
El mes pasado, Lokko y el presidente de La Biennale di Venezi, Roberto Cicutto, anunciaron la temática para el 2023: The Laboratory of the Future o El Laboratorio del Futuro.
Lokko explica su elección en varios niveles: “En primer lugar, África es el laboratorio del futuro. Somos el continente más joven del mundo, con una edad promedio la mitad de la de Europa y Estados Unidos, y una década más joven que Asia. Somos el continente que se urbaniza más rápido del mundo, con un crecimiento anual de casi el 4%. Este crecimiento en gran medida no planificado se produce a expensas del medio ambiente y los ecosistemas locales. La larga y traumática historia de la migración forzada a través de la trata transatlántica de esclavos es la base sobre la que hoy se continúa luchando por los derechos civiles. En toda la charla sobre descarbonización, es fácil olvidar que los cuerpos negros fueron las primeras unidades de trabajo que impulsaron la expansión imperial europea que dio forma al mundo moderno. La equidad racial y la justicia climática son dos caras de la misma moneda.
Pero la esperanza es una moneda poderosa. Tener esperanza es ser humano. A un nivel profundamente personal, debo mi presencia en esta mesa hoy a las incansables demandas por un mundo más justo, más inclusivo y más equitativo por el que lucharon las generaciones que me precedieron. La visión de una sociedad moderna, diversa e inclusiva es seductora y persuasiva, pero mientras siga siendo una imagen, es un espejismo. Se necesita algo más que representación, e históricamente los arquitectos son actores clave en la traducción de imágenes a la realidad.
En segundo lugar, La Biennale di Venezia en sí misma es también una especie de laboratorio del futuro, un tiempo y un espacio en el que tienen lugar las especulaciones sobre la relevancia de la disciplina para este mundo y el mundo que viene. Hoy en día, la palabra “laboratorio” se asocia más con la experimentación científica y evoca imágenes de un tipo específico de habitación o edificio. Pero la investigación de Richard Sennett de la palabra “taller”, de donde proviene la palabra “laboratorio”, profundiza el concepto de esfuerzos colaborativos de una manera diferente. En el mundo antiguo, tanto en China como en Grecia, el taller era la institución más importante que anclaba la vida cívica.
Después de la guerra civil estadounidense, Booker T. Washington, un ex esclavo, concibió un proyecto en el que los esclavos liberados que se recuperaban de la esclavitud salían de casa, se capacitaban en dos instituciones modelo, los Institutos Hampton y Tuskegee, y regresaban a sus comunidades de origen. Es importante destacar que, durante esta reubicación temporal, la cooperación se formaría mediante la experiencia directa y el contacto diario como iguales. Concebimos nuestra exposición como una especie de taller, un laboratorio donde arquitectos y profesionales de un campo ampliado de disciplinas creativas extraen ejemplos de sus prácticas contemporáneas que trazan un camino para que la audiencia, participantes y visitantes por igual, se entrelacen, imaginando por sí mismos lo que el futuro puede deparar”.
Son ejemplos como este que destacan el valor y poder transformativo de las industrias creativas y las plataformas donde se exponen y exploran nuevas ideas, nuevas formas de trabajo, nuevos caminos hacia nuestro futuro común. Con discursos día a día más divisivos en todo el mundo, las industrias creativas son un faro de esperanza del beneficio de la diversidad, la inclusión y la cooperación. Nuevas y distintas perspectivas en un mismo proyecto siempre suman y benefician al usuario final. Reflexionemos en este modelo al construir nuestra comunidad, nuestras ciudades y nuestro país.
“Los arquitectos tienen una oportunidad única de mostrarle al mundo lo que mejor sabemos hacer: proponer ideas ambiciosas y creativas que nos ayuden a imaginar un futuro más equitativo y optimista” – Lesley Lokko
Imágenes cortesía de La Biennale di Venezia